Lavar en el río


Lavar en el rio


Cojiamos el lío de ropa sucia para bajar al río, el taco de jabón verde y los cubos de zinc para hacer la clarilla termino que explicaremos después. Una vez allí nos hacíamos de una piedra grande que en muchos de los casos cada mujer tenia la suya y la poníamos de lavadero, se lavaba de rodillas se refregaba la prenda en la piedra y le juntábamos el jabón , a continuación la poníamos al sol, esta técnica se llamaba “ solea la ropa” porque dicen que el sol quita las manchas, a la ropa blanca también le echábamos un poco de azulejo , porque la ropa se ponía mas blanca, pero es un efecto óptico el que hace que esto sea así. La ropa nos la dejábamos tendida en los espinos o en la hierba y subíamos a almorzar no sin antes subirnos un cántaro de agua porque tampoco había agua corriente en las casas.

La técnica de la clarilla consiste: Cogemos ceniza con agua removemos y se la echamos a la ropa blanca sin embargo la negra se lavaba con grea.

Si llovía mucho , y el río venía crecido, no se podía lavar , así que tenían que ir a un arroyo que no estuviese turbio o bien a un lavadero que había a casi tres kilómetros , que pertenece al pueblo de al lado , el lavadero de “Pino”.

Era la única manera de lavar la ropa, porque era mas fácil ir al río a lavarla, aunque esto era también un trabajo para hacerlo para la calle y se cobraba un salario para ayudar a la economía domestica, y esto permitía a las niñas menores de edad, incluso aun siendo niñas, ayudar a esta economía, el sueldo estaba alrededor de dos pesetas la docena de ropa, pero aquí no entraba la ropa pequeña.










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